CATEQUESIS DE PASCUA PARA VIVIR EN FAMILIA. IV DOM DE PASCUA. JOVENES, EL PRESENTE DE JESUS.
- teomormez
- hace 12 minutos
- 9 Min. de lectura

1. Oración Inicial
Padre amoroso,
Te damos gracias por tu infinita bondad y por la promesa de vida eterna que nos ofreces a través de tu Hijo Jesús.
Escuchamos tu voz que nos llama a ser tus ovejas, a seguir a Jesús, el Buen Pastor, con fidelidad y amor.
Ayúdanos, Padre bueno, a escuchar atentamente tu voz en medio del ruido del mundo y a discernir tu voluntad en nuestra vida familiar. Que la armonía y el amor reinen en nuestro hogar, reflejando la unidad que existe en la familia Trinitaria.
Protege a nuestra familia, Señor, de todo mal y peligro. Guárdanos bajo tu manto protector, como un Pastor cuida de su rebaño. Danos la fuerza para seguir tus pasos y para ser testigos de tu amor en el mundo.
Concédenos la gracia de vivir en unidad y solidaridad, apoyándonos unos a otros en los momentos difíciles y compartiendo la alegría de los momentos felices. Que nuestra familia sea un reflejo de tu amor y de tu bondad para con todos.
Te lo pedimos por intercesión de San Andrés Apóstol, de nuestra Señora del Carmen y del Santo Cristo de Otatitlán, Señor y Salvador nuestro que vive y Reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos. Amén.
2. Hecho de Vida
-Al diablo con la Iglesia, este no debe ser cura, si mi abuelita muere sin confesarse será su culpa...
Alberto, de 23 años, caminaba por la vida con la mirada fija en el suelo. A los 17, tras una decepción con la Iglesia, había decidido que Dios no existía. A los 18, el ateísmo se había instalado en su alma, y no se había cuestionado su posición desde entonces. Su vida era un conjunto de grises, una sucesión de días sin brillo, sin propósito.
Todo cambió cuando conoció a Miriam, una joven llena de luz que llenó sus días de color. Miriam, una ferviente creyente, no ocultaba su fe, pero tampoco la imponía. Lo que la caracterizaba era su alegría, una alegría que emanaba de un profundo amor a la vida, incluso cuando ésta le presentó un desafío terrible: La leucemia.
Alberto nunca la oyó renegar de su enfermedad, nunca la escuchó quejarse. La lucha era dura, pero Miriam la enfrentaba con una serenidad que lo asombraba.
-"Alberto, nunca me olvides", le dijo en una tarde de hospital, cuando la debilidad la había vencido, --"y cuando yo me vaya, por favor, ora por mí".
Alberto, sintiendo un nudo en la garganta, le prometió que lo haría.
La muerte de Miriam lo golpeó con la fuerza de un huracán. El dolor era insoportable, pero un pensamiento nuevo comenzó a tomar forma en su mente: ¿Cómo podía Miriam, con tanto sufrimiento, mantener la esperanza? ¿De dónde sacaba esa fuerza?
Un día, mientras buscaba consuelo en la soledad, su mirada se posó en un libro de oraciones que Miriam solía leer. (Mi libro de oraciones). Las palabras en el libro, las palabras que Miriam tanto amaba, le parecieron diferentes, llenas de una nueva luz.
Con temor y esperanza, Alberto comenzó a leer, y a orar, no por Miriam, sino por sí mismo. Poco a poco, la fe de Miriam se traspasó a su corazón, como una llama que comenzó a calentar su alma. La fe que él había rechazado con tanta intensidad ahora se le presentaba como un camino a la paz, a la esperanza, a la felicidad.
Alberto se dio cuenta de que Miriam le había regalado mucho más que un amor terrenal. Le había abierto las puertas a un amor eterno, al amor de Dios. Ahora, con el corazón lleno de agradecimiento y alegría, Alberto sabe que la promesa que le hizo a Miriam es un regalo que él mismo recibió. Su fe, alimentada por el amor de Miriam, lo ha llenado de esperanza, y su vida, por fin, ha recuperado el color.
Reunidos en familia respondan las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo influyó la experiencia de Miriam en la transformación de Alberto? ¿Qué elementos de su actitud ante la enfermedad y su fe le hicieron replantearse su ateísmo?
2. ¿Qué te parece la actitud de Miriam frente a la leucemia? ¿Es posible mantener una perspectiva positiva y de fe ante un sufrimiento tan grande?
3. ¿Qué te dice la promesa de Alberto a Miriam? ¿Es posible que una promesa hecha en un momento de dolor pueda ser una fuente de cambio y crecimiento?
4. ¿Cómo crees que ha cambiado la vida de Alberto después de reencontrarse con Dios? ¿Cómo crees que se refleja este cambio en su día a día?
5. ¿Crees que la fe es una respuesta al sufrimiento o al dolor? ¿En qué situaciones de la vida la fe puede ofrecer consuelo y esperanza?
6. ¿Cómo podemos aprender de la historia de Alberto y Miriam? ¿Qué nos enseña sobre el amor, la fe y la capacidad de transformación personal?
7. ¿Qué preguntas te deja la historia de Alberto? ¿Qué te hace reflexionar sobre tu propia relación con la fe y tu seguimiento a Jesús, buen Pastor?
Que estas preguntas ayuden, en la familia, a reflexionar sobre el Seguimiento y el amor a Jesús, Buen Pastor, en nuestra familia.
4. Iluminación. Evangelio
EVANGELIO
Yo les doy la vida eterna a mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 27-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
5. REFLEXIÓN
Este pasaje del Evangelio de Juan (10, 27-30) describe la relación especial entre Jesús y sus seguidores, a quienes llama "ovejas". La imagen del pastor y sus ovejas es una metáfora poderosa que transmite varios conceptos importantes:
- Escucha y seguimiento: Las "ovejas" de Jesús, sus discípulos, escuchan su voz y le siguen. Esto implica una obediencia y una fidelidad a sus enseñanzas. No es una obediencia ciega, sino una respuesta consciente a su llamado.
- Vida eterna: Jesús promete a sus ovejas la "vida eterna". Esto no se refiere solamente a la vida después de la muerte, sino también a una vida plena y significativa en el presente, una vida transformada por su presencia y su amor. Es una vida que está protegida de la perdición.
- Protección divina: Jesús enfatiza que nadie puede arrebatar a sus ovejas de su mano, ni de la mano del Padre. Esta protección divina es una garantía de la seguridad y la permanencia de la relación con él. Subraya la fuerza y la omnipotencia de Dios en su cuidado por los que le siguen.
- Unidad con el Padre: La frase "El Padre y yo somos uno" destaca la profunda unidad entre Jesús y Dios Padre. Esta unidad es la fuente de la protección y la vida eterna que ofrece a sus seguidores. Revela la naturaleza divina de Jesús y la íntima relación entre las tres personas de la Santísima Trinidad.
En resumen, este pasaje es una declaración de la seguridad y la protección que Dios ofrece a quienes lo siguen. Es un mensaje de esperanza y consuelo para los creyentes, una promesa de vida eterna y una garantía de la protección divina. La imagen del pastor que cuida de sus ovejas resuena a través de los siglos, ofreciendo consuelo y guía espiritual a quienes buscan una relación con Dios.
MAGISTERIO DE LA IGLESIA
Título: Christus Vivit
Fuente: Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco a los Jóvenes y a todo el Pueblo de Dios.
Fecha de publicación: 25 de marzo de 2019
Autor: Papa Francisco
Resumen del artículo:
Tema: La Exhortación Apostólica Christus Vivit es un documento del Papa Francisco dirigido a los jóvenes y a todo el Pueblo de Dios, escrito después del Sínodo sobre los Jóvenes. El documento explora la relación entre la juventud y la fe cristiana, presentando la vida de Jesús como modelo de juventud y destacando el llamado a la santidad y al compromiso con la propia vocación.
Puntos principales:
- La Palabra de Dios y la juventud: El Papa Francisco explora cómo la Biblia presenta a los jóvenes como personas capaces de grandes cosas, destacando la importancia de la confianza en Dios, la apertura a su llamada, el respeto a los mayores y la capacidad de perseverancia.
- Jesucristo siempre joven: Se resalta la juventud de Jesús y cómo Él es un ejemplo para los jóvenes de hoy. El documento destaca la confianza en el Padre, la amistad con los discípulos, la compasión por los más débiles, la valentía y la entrega a la misión.
- Ustedes son el ahora de Dios: Se enfatiza que los jóvenes son el presente y no solo el futuro. El Papa Francisco describe los desafíos y oportunidades que enfrentan los jóvenes en el mundo de hoy, incluyendo la crisis, la violencia, la marginación, la globalización, la tecnología y la Iglesia.
- El gran anuncio para todos los jóvenes: Se presenta la importancia de reconocer que Dios nos ama, que Cristo nos salva y que Él vive. El documento invita a los jóvenes a construir una relación personal con Dios a través de la oración y la amistad con Jesús.
- Caminos de juventud: Se analizan las características de la juventud como tiempo de sueños, de elecciones, de crecimiento y de maduración. Se destaca la importancia de la amistad con Cristo, la fraternidad, el compromiso social y la misión.
- Jóvenes con raíces: Se advierte sobre la importancia de las raíces en la vida de los jóvenes, destacand la necesidad de valorar la historia, la experiencia de los mayores y la riqueza de la tradición.
- La pastoral de los jóvenes: Se propone una pastoral juvenil sinodal, flexible, creativa, centrada en el kerygma, en el amor fraterno y en el servicio. Se resalta la importancia de crear espacios inclusivos y de acoger a todos los jóvenes, sin exclusiones.
- La vocación: Se explica la vocación en el sentido amplio de llamado de Dios, destacando la amistad con Él, la santidad y el servicio a los demás. Se analizan las vocaciones al matrimonio, al trabajo y a una consagración especial.
- El discernimiento: Se recuerda la importancia del discernimiento, especialmente para identificar la vocación y el proyecto de vida. El Papa Francisco propone un modelo de discernimiento basado en la amistad con Jesús.
Fenómeno:
- El documento aborda las realidades de la vida de los jóvenes en el mundo de hoy. Se mencionan temas como la violencia, la marginación, las migraciones, los abusos y la cultura digital, entre otros.
6. PARA VIVIR EL EVANGELIO EN FAMILIA
Para vivir el pasaje de Juan 10, 27-30 en familia, se pueden implementar estas tres propuestas concretas:
1. ¿Qué acciones o actitudes reflejan el seguimiento a Jesús? Pueden usar ejemplos concretos de la vida familiar: ¿Cómo se escucha la voz de Jesús en la resolución de conflictos, en la ayuda mutua, en el perdón? Este diálogo ayuda a interiorizar el mensaje de protección y unidad que ofrece el pasaje.
2. Acción comunitaria solidaria: El pasaje habla de la protección divina y la unidad. Como familia, elijan una obra de caridad o un servicio a la comunidad que refleje esta unidad y protección. Puede ser visitar a personas mayores, ayudar en un comedor comunitario, participar en una colecta para una causa justa, o realizar alguna tarea de voluntariado. La acción conjunta fortalece los lazos familiares y demuestra la vivencia práctica de la fe. Hablen sobre cómo esta acción los une como familia y los conecta con la comunidad, reflejando la protección y la unidad que ofrece Dios.
3. Oración familiar y reflexión personal: Concluyan la semana con una oración familiar, donde cada miembro pueda expresar su gratitud por la protección divina y pedir fortaleza para seguir a Jesús en su vida diaria. Pueden utilizar una oración espontánea o leer una oración apropiada. Después, dediquen un tiempo a la reflexión personal, donde cada uno pueda meditar individualmente sobre el pasaje y cómo aplicarlo a su vida. Un cuaderno familiar de reflexiones puede ser una herramienta útil para este propósito. Fomentar la oración y la reflexión personal profundiza la relación con Dios y fortalece la fe individual y familiar.
Estas tres propuestas buscan integrar la reflexión, la acción y la oración para vivir plenamente el mensaje del pasaje en la vida familiar. Se trata de una experiencia dinámica y participativa que promueve la unidad, el amor y la fe.
7. ORACIÓN FINAL
Padre amoroso,
Te damos gracias por tu infinita bondad y por la promesa de vida eterna que nos ofreces a través de tu Hijo Jesús.
Escuchamos tu voz que nos llama a ser tus ovejas, a seguir a Jesús, el Buen Pastor, con fidelidad y amor.
Ayúdanos, Padre bueno, a escuchar atentamente tu voz en medio del ruido del mundo y a discernir tu voluntad en nuestra vida familiar. Que la armonía y el amor reinen en nuestro hogar, reflejando la unidad que existe en la familia Trinitaria.
Protege a nuestra familia, Señor, de todo mal y peligro. Guárdanos bajo tu manto protector, como un Pastor cuida de su rebaño. Danos la fuerza para seguir tus pasos y para ser testigos de tu amor en el mundo.
Concédenos la gracia de vivir en unidad y solidaridad, apoyándonos unos a otros en los momentos difíciles y compartiendo la alegría de los momentos felices. Que nuestra familia sea un reflejo de tu amor y de tu bondad para con todos.
Te lo pedimos por intercesión de San Andrés Apóstol, de nuestra Señora del Carmen y del Santo Cristo de Otatitlán, Señor y Salvador nuestro que vive y Reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos. Amén.
Video en proceso
Intérprete: José Rodaños y el grupo Selegná
Letra y Música: Ted Yamajecriun
NOTA: Si te ayuda esta catequesis, déjanos un comentario, con eso nos pagas.
y si tienes alguna sugerencia háznoslo saber al correo teomormez@hotmail.com
Comments