CATEQUESIS DE PASCUA. PARA VIVIR EN FAMILIA. II DOM PASCUA. 4 DE MAYO 2025. Pedro ¿Me amas?
- teomormez
- 1 may
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ORACION INICIAL:
Ven Santo Espíritu
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
UNA HISTORIA:
-Lo volviste a hacer, y esta vez ya no hay perdón-.
Alberto sintió que su mundo se derrumbaba a pedazos, era verdad, no era la primera vez que su mujer lo sorprendía en una infidelidad. Pero esta vez, Alma estaba decidida. Sus tres hijos no lo podían creer, un papá cariñoso, responsable, amoroso, resulta se un papá ¡traidor, infiel!
Alberto sabía que no tenía manera de volver a pedir otra oportunidad, porque ya había tenido muchas oportunidades. Estaba seguro que su esposa, esta vez le pediría el divorcio.
Sabía que estaba a punto de perder a su familia, se sentía juzgado por sus hijos, odiado por su esposa y criticado por su propia familia.
¿PARA REFLEXIONAR?
¿Cómo crees que se pueda ayudar a Alberto?
¿Será que tenga razón en pensar en que ya todo está perdido?
¿Podrá rescatar a su familia?
¿Qué consejo le darías a sus hijos y a su esposa?
EVANGELIO.
Leer el texto en voz alta, alternando la lectura entre los miembros de la familia.
Jesús tomó el pan y el pescado y se los dio a los discípulos.
Lector 1: Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-19
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: 'También nosotros vamos contigo". Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.
Lector 2: Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: "Muchachos, ¿han pescado algo?". Ellos contestaron: "No". Entonces él les dijo: "Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces". Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.
Lector 3:Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: "Es el Señor". Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.
Lector 1: Tan pronto como saltaron a tierra vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar".
Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: "Vengan a almorzar". y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Quién eres?, porque ya sabían que era el Señor.
Lector 2: Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Lector 3: Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Lector 1: Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
REFLEXIÓN
Presidente: Este pasaje del Evangelio de Juan (21, 1-19) narra una historia que destaca tres puntos principales:
1. La pesca milagrosa: Después de una noche infructuosa de pesca, Jesús guía a los discípulos a una pesca milagrosa, donde llenan sus redes con una gran cantidad de peces . Este milagro no solo proporciona alimento, sino que también simboliza la abundancia y la bendición que Jesús ofrece a sus seguidores. La incapacidad de pescar antes del encuentro con Jesús resalta la necesidad de su guía y la imposibilidad de alcanzar la plenitud sin Él.
2. La confirmación del amor de Pedro: Tras el milagro de la pesca, Jesús se dirige específicamente a Pedro, preguntándole tres veces si lo ama. Cada vez que Pedro afirma su amor, Jesús le encomienda el cuidado de sus "corderos" y "ovejas", confirmando su liderazgo y responsabilidad pastoral dentro de la comunidad cristiana. La repetición de la pregunta, y la tristeza de Pedro en la tercera ocasión, subraya la importancia de la sinceridad y la profundidad del amor a Jesús. La respuesta de Pedro, "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero", refleja una humildad y un conocimiento de su propia debilidad.
3. La predicción de la muerte de Pedro: Jesús predice la forma en que Pedro morirá, "cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esta predicción, aunque no específica, anticipa un martirio, un sacrificio por su fe, glorificando a Dios. La invitación final de Jesús, "Sígueme", es un llamado a la perseverancia en la fe y al compromiso total con la misión que Él ha encomendado.
En resumen, este pasaje del Evangelio describe un encuentro transformador entre Jesús resucitado y sus discípulos. A través del milagro de la pesca, la confirmación del amor de Pedro y la predicción de su muerte, se destaca la importancia de la fe, el seguimiento incondicional de Jesús y el servicio a la comunidad cristiana. El número de peces (153), aunque no se explica explícitamente en el texto, ha sido objeto de diversas interpretaciones teológicas a lo largo de la historia.
PARA VIVIR EN FAMILIA
Para vivir el texto del Evangelio de Juan (21, 1-19) en familia, se pueden realizar las siguientes actividades:
1. Lectura y Discusión Compartida:
- Propuesta: Después de la lectura, dedicar un tiempo a la reflexión y la discusión. Responder entre todos las siguientes preguntas:
¿Qué les llamó más la atención del texto?,
¿Qué significa para ustedes la pesca milagrosa?,
¿Cómo se relaciona el amor de Pedro a Jesús con nuestro amor a Dios y en nuestra familia?
¿Qué podemos aprender de la perseverancia de Pedro?
¿Cómo podemos aplicar el mensaje de "Sígueme" en nuestra vida diaria?
- Implementación: Buscar un ambiente tranquilo y cómodo para la lectura y la discusión. Utilizar ayudas visuales como imágenes o ilustraciones bíblicas puede ser útil, especialmente para niños. Ser paciente y permitir que todos compartan sus ideas y perspectivas sin interrupciones.
2. Actividad Creativa Basada en el Texto:
- Propuesta: Realizar una actividad creativa inspirada en el texto bíblico. Se pueden hacer dibujos, pinturas, representaciones teatrales, o incluso una composición musical que refleje la pesca milagrosa, el diálogo entre Jesús y Pedro, o la importancia del seguimiento a Jesús.
- Beneficios: Permite expresar la comprensión del texto de forma creativa y personal. Desarrolla la imaginación y la expresión artística. Facilita la internalización del mensaje del Evangelio a través de una experiencia sensorial y emocional.
- Implementación: Proporcionar los materiales necesarios para la actividad creativa. Permitir la libertad de expresión y la individualidad en la interpretación del texto. Compartir las creaciones en familia y reflexionar sobre el significado de cada una.
3. Acción Concreta de Servicio Comunitario:
- Propuesta: Inspirados en el llamado de Jesús a Pedro para "apacentar sus ovejas", realizar una acción concreta de servicio comunitario como familia. Se puede visitar a personas mayores, ayudar en un banco de alimentos, participar en una campaña de limpieza, o realizar cualquier otra actividad que beneficie a la comunidad.
- Beneficios: Conecta la fe con la acción. Permite vivir el mensaje del Evangelio de forma práctica y tangible. Promueve la solidaridad, la compasión y el compromiso social. Fomenta la unidad familiar a través de un propósito común.
- Implementación: Investigar las necesidades de la comunidad local. Elegir una actividad que sea adecuada para la edad y las capacidades de todos los miembros de la familia. Planificar la actividad con anticipación y realizarla juntos. Reflexionar sobre la experiencia y su significado después de la acción.
Estas actividades buscan no solo entender el texto bíblico, sino también vivirlo y aplicarlo a la vida familiar y comunitaria. La clave está en la participación activa de todos los miembros de la familia y en la búsqueda de una experiencia significativa y enriquecedora.
CANTO:
En la ribera, al despuntar el alba,
Jesús se mostró, a sus discípulos calma,
Siete pescadores, cansados y hambrientos,
Lanzaron sus redes, sin frutos, momentos.
Una voz familiar, que guía y consuela,
"¿Tienen algo, hermanos?" pregunta aquella.
Negativa la respuesta, la red vacía,
Pero una orden divina, llena de gracia.
"Echa la red a la derecha," el mandato,
Y un milagro se muestra, un gran pescado.
Ciento cincuenta y tres, el número exacto,
La red se rompe, el asombro compacto.
Pedro, el impulsivo, reconoce al Maestro,
El amor incondicional, un nuevo sendero.
Sobre brasas encendidas, un desayuno sencillo,
Jesús pregunta a Pedro, su amor genuino.
"¿Me amas más que éstos?" la pregunta clave,
Tres veces la respuesta, el amor que salva.
Apacienta mis ovejas, la misión sagrada,
El seguimiento fiel, la promesa amada.
Después de la cena, Pedro recibe la orden,
El camino a seguir, la misión que se ordena.
"Sígueme," la invitación, clara y concisa,
Un futuro incierto, pero una promesa precisa.
El final del pasaje, una escena conmovedora,
El amor de Jesús, una fuerza poderosa.
Un legado eterno, para siempre presente,
En la fe y la esperanza, un amor omnipresente.
NOTA: Si te ayuda esta catequesis, déjanos un comentario, con eso nos pagas.
y si tienes alguna sugerencia háznoslo saber al correo teomormez@hotmail.com




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