DIÓCESIS DE SAN ANDRÉS TUXTLA
SEMINARIO MAYOR DE SAN ANDRÉS
SALTO DE EYIPANTLA,
MPIO. SAN ANDRÉS TUXTLA, VERACRUZ
2o. ANIVERSARIO EPISCOPAL
VIERNES 27 DE OCTUBRE DE 2023
HOMILÍA
+MONS. JOSÉ LUIS CANTO SOSA
▪️Primera Lectura. Del Libro del Profeta Isaías 61, 1-3
▪️Salmo Responsorial. Del Salmo 22: El Señor es mi Pastor, nada me faltará.
▪️Segunda Lectura. Del Libro de los Hechos de los Apóstoles 20, 17-18. 28-32. 36
▪️Aclamación antes del Evangelio. Jn 10, 14: Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí.
▪️ Evangelio. Del Santo Evangelio según San Juan 10, 11-16
Presbíteros, Diáconos Permanantes y Transitorios:
Religiosos y Religioas:
Seminaristas:
Fieles laicos de diferentes Comunidades Parroquiales de nuestra Diócesis de San Andrés Tuxtla:
Mamá, familiares y amigos de la Parroquia de San Luis Obispo de Calkiní y la Capellanía de Nuestra Señora Reina de la Paz de Belén y comunidades parroquiales de la Ciudad de Campeche:
Fieles que nos acompañan a traves de diferentes plataforma digitales:
Queridos hermanos y queridas hermanas:
En el texto del Evangelio de San Juan (Jn 10, 11-16) que hoy hemos escuchado, se da a conocer que Jesús nos dice que él es el Buen pastor, él conoce a sus ovejas y que sus ovejas lo conocen a él. Ante esto que nos dice Jesús les invito a preguntarnos: ¿Realmente conozco a Jesús? ¿Qué es en realidad lo que conozco de Jesús? La triste realidad de muchos de nosotros es que no conocemos a Jesús porque no leemos la Sagrada Escritura.Por eso decía San Jerónimo que “desconocer la Escritura es desconocer a Jesús”. Este conocimiento nos va llevando de la mano hasta llegar a tener la experiencia profunda e interior de Jesús, el conocimiento íntimo, que nos lleva “a conocer y a gustar interiormente”, como decía San Ignacio de Loyola, el amor de Dios.Si todavía la lectura de la Sagrada Escritura no es un hábito en nuestra vida, propongámonos dedicar tiempo diario de nuestro valioso tiempo a encontrarnos con Jesús por medio del estudio de la Biblia que nos lleve a conocer más profundamente a Dios. Conozcamos a Jesús y veremos, como dice el Salmo 33: “Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor”. O como dice el Salmo 22 que nos invita a confiar en el amor, la misericordia y la providencia de Dios: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará”.
Hoy estoy cumpliendo, por la gracia de Dios, dos años de haber recibido el don de la Consagración Episcopal para el el servicio de esta Iglesia Particular de San Andrés Tuxtla, Durante estos dos años he continuamente recorrido toda la Diócesis y he vivido diferentes momentos y situaciones de alegrías y satisfacciones, pero también de tristezas y dificultades de diferente índole. Aunque finalmente permanezco con la convicción de que Dios me ha llamado a dar testimonio de su amor y su misericordia a su amado pueblo que peregrina en esta tierra veracruzana.
En mi ministerio sacerdotal y, ahora en mi ministerio episcopal, tengo siempre presente las palabras de Jesús: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud” Mt 20, 25.28). Esto el Papa Francisco nos lo pide y nos lo recomienda a los Obispos: "Servir, siempre servir”; nos dice el Papa a los Obispos: “ustedes son los custodios de la fe, del servicio, de la caridad en la Iglesia y para eso se necesita cercanía”, pues la cercanía es el rasgo más típico de Dios; y el Papa Francisco nos da cuatro indicaciones bien precisas para vivir la cercanía: la cercanía a Dios, cercanía al pueblo, cercanía a los otros obispos y cercanía a los presbíteros. Una cercanía que ha de estar acompañada de dos rasgos: la compasión y la ternura (cfr. Papa Francisco, Homilía en la Misa de Ordenación Episcopal de dos nuevos obispos, 17 de octubre de 2021, Basílica de San pedro, Ciudad del Vaticano). Pido a Dios que yo tenga un corazón como el de Jesús Buen Pastor.
Hermanos Presbíteros, Diáconos, Religiosos, Religiosas, Seminaristas y laicos seamos felices sirviendo a Dios y a su pueblo. Todos estamos llamados a realizarnos como personas e hijos de Dios, comprometidos alegremente a dar a conocer el Evangelio, Que estemos convencidos de nuestra misión personal en la Iglesia y en la sociedad. Que vivamos nuestra fe en sinodalidad, caminando unidos, en conversión personal y pastoral de manera permanente buscando. Que ayudados por el Espíritu Santo logremos finalizar la elaboración de nuestro VI Plan Diocesano de Pastoral con la participación y colaboración de todos. Queridos hermanos y queridas hermanas que seamos convincentes en nuestro testimonio de discípulos misioneros siguiendo las recomendación de San Pablo: “Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. Tengan los mismos sentimientos los unos hacia los otros; no alberguen deseos de grandeza,procuren hacer el bien ante todos los hombres. Si es posible, en la medida en que dependa de ustedes, vivan en paz con todos” (Rom 12, 15-18). Que Nuestra Señora del Carmen, San José y San Andrés Apóstol intercedan por nosotros. Así sea.
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