TEMA 1: EL GRAN DESAFIO: "LOS DOLORES DEL PUEBLIO AHORA SON GRITOS" (PGP 56)
OBJETIVO:
Tomar conciencia de los dolores de nuestro pueblo mexicano convertidos hoy en gritos para responder a esta situación de inseguridad y violencia; viviendo y anunciando que ¡Cristo es nuestra paz! |
I. INTRODUCCIÓN.
LOS GEMIDOS Y LOS GRITOS DEL PUEBLO DE DIOS, QUE DIERON ORIGEN AL GÉNERO LITERARIO LLAMADO "LAMENTACIONES".
Leemos, respondemos y compartimos.
Los sufrimientos, lutos, derrotas y calamidades del pueblo de Dios en la Santa Escritura, hacen que se eleve al cielo un inmenso concierto de gritos y de quejas. Son tan frecuentes los gemidos y los gritos en la biblia, que se originó un género literario propio llamado "Lamentaciones". La mayoría de estos gritos se elevan a Dios, en otros casos es el pueblo que grita ante el faraón para obtener pan (Gén 41, 55), y en otros, son los profetas que gritan contra los tiranos.
Esta letanía de sufrimientos se prolonga hasta el "gran clamor y las lágrimas" de Cristo ante la muerte en la cruz (Heb 5, 7). A este concierto de gritos y de quejas, se unen también los gritos y las quejas de nuestro pueblo mexicano hoy.
Entre tantos gritos, "el grito de independencia" es tan significativo entre nosotros, que hemos hecho de él una fiesta nacional; la fiesta del grito de Dolores que celebramos en la noche del 15 de septiembre de cada año.
· Teniendo en cuenta lo anterior ahora reflexionemos y luego nuestro pueblo mexicano y veracruzano en las fichas que se respondamos personalmente acerca de los gritos de dolor de proponen enseguida.
· Luego compartimos en familia o en grupos y sacamos tres
conclusiones.
¿Cuáles eran los gritos de nuestro pueblo mexicano en 1531? | 1.- 2.- 3.- |
¿Cuáles eran los gritos de nuestro pueblo mexicano en 1810?
| 1.- 2.- 3.- |
¿Cuáles son los gritos de nuestro pueblo mexicano en 2020? | 1.- 2.- 3.-
|
Tres conclusiones: | 1.- 2.- 3.-
|
II. REFLEXIÓN.
LOS GRITOS DE NUESTRO PUEBLO ANTE "LA NEGACIÓN DE LA PRIMACÍA DEL SER HUMANO".
Recientemente con la visita pastoral que el Sr. Obispo Don Fidencio López Plaza realizó en nuestra diócesis de San Andrés Tuxtla, hemos podido realizar un análisis elemental de nuestra realidad.
Las preguntas que nos ayudaron para tal cometido fueron inspiradas en la constitución Gaudium et Spes "Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo" (No. 1). Esto nos llevó a sensibilizar el oído para escuchar los gritos de nuestras comunidades rurales y citadinas.
Fue una ocasión oportuna para despertar de la indiferencia y darnos cuenta del enorme trabajo que tenemos como discípulos de Cristo para transformar nuestra sociedad.
No estamos solos en esta empresa, nuestros Obispos de México nos han acompañado e impulsado a la reflexión y a la transformación social, por eso nos han obsequiado estos documentos: "Proyecto Global de Pastoral" (PGP) y la Exhortación Pastoral "Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna" (en adelante CP). De estos documentos recogemos siete clamores que como decía el documento de Puebla (1979) ahora son gritos claros, crecientes, impetuosos y en ocasiones amenazantes (Cfr. DP 89).
Leemos de la selecta de textos que proponemos enseguida subrayamos y compartimos lo que más nos llama la atención
1. El grito de las víctimas de las organizaciones criminales ¡Auxilio! ¡Tenemos mucho miedo!
"En los últimos años se ha incrementado en nuestro país la violencia causada por organizaciones criminales, distinta de la violencia intrafamiliar y de la que es causada por la delincuencia común. Esta violencia tiene sus propias características, sus causas y sus circunstancias. Se caracteriza por la crueldad, por la venganza, por a exhibición de poder y por la intención de intimidar a quienes son considerados rivales y a toda la sociedad. Algunas de las actividades criminales más comunes en este contexto son: el narcotráfico, secuestro, la trata de personas, el lavado de dinero, distintos tipos d extorsión y las ejecuciones intimidatorias". (CP 12)
"Las cifras de escándalo que nos dan en estos tres campos de corrupción, impunidad e ilegalidad, nos llevan a encender los focos rojos y a trabajar por la transparencia de las instituciones. Nuestro país no aguanta más el robo, la opacidad, el despilfarro y el mal uso de recursos, porque esto significa pobreza para sus pueblos y miles de historias humanas sin las condiciones necesarias para vivir con dignidad. Ningún Estado puede sobrevivir donde no se castigan delitos, donde se han corrompido las instituciones de justicia y existen los medios para procurar la aplicación de la ley para quien cometido algún delito. Aunque se tenga un marco legal ejemplar, si no se cumplen las leyes de nada sirven. Esta realidad ha llevado a la crisis de las instituciones de gobierno, gobernantes, partidos políticos y dirigentes sindicales, a perder credibilidad entre los ciudadanos y a romper un tejido social endeble". (PGP 60)
2. El grito de los pobres: ¡Tenemos hambre!
"Reconocemos y damos gracias a Dios porque nuestra patria ha esfuerzos, hacia una patria más floreciente y generosa para sus hijos caminando poco a poco, con avances importantes y grande.
Se advierten avances muy significativos que dan cuenta del trabajo que muchos sectores están realizando por poner al día los vacíos humanos que existen y ofrecer a las próximas generaciones una patria más próspera y justa. Por supuesto, no podemos estar satisfechos con los avances que se han realizado hasta el momento, porque estamos muy lejos de que esta nueva etapa haya traído bienestar, seguridad, paz, justicia y equidad a la mayoría de nuestro pueblo. Hay millones de pobres que siguen clamando por lo necesario para comer dignamente, para tener una educación de calidad, una vivienda digna, un trabajo estable con salario suficiente y una seguridad social que les haga vivir sin angustias su vida de cada día". (PGP 43)
"Sin embargo, hay que decir, contra ciertas tendencias que criminalizan la pobreza, que no hay correlación directa entre violencia y pobreza. Si la hay, en cambio, entre violencia y desigualdad. Hay ricos que son promotores de injusticia y violencia. Los pobres no son delincuentes por ser pobres; están expuestos a ser actores y víctimas de la violencia como cualquier otra persona que canaliza en formas violentas su frustración, el sin sentido de su vida y su desesperación". (CP 64)
3. El grito de las mujeres: ¡Auxilio! ¡Nos están usando!
Hoy en día somos testigos de fenómenos complicados y difíciles de entender en torno a movimientos feministas aparentemente en favor de la mujer, sin embargo, encontramos fisuras por las que logramos penetrar en sus verdaderas intenciones. Lamentablemente están permeadas de intereses económicos, políticos y criterios erróneos, al grado de tener como máximo logro la supresión de toda femineidad. Como dice Teresa Marinovic: "el feminismo es una versión renovada del machismo. Una forma autodestructiva de exaltar lo masculino. Decirle al hombre que lo que él es, que lo que él ha hecho a lo largo de la historia es muy superior a lo que hemos hecho las mujeres[1]".
En este laberinto de efervescencia ideológica nuestros Obispos de México nos acompañan e iluminan con el Proyecto Global de Pastoral, ahí encontramos palabras idóneas para avanzar en la promoción de las mujeres.
"Habiendo señalado los avances que se han tenido en el reconocimiento y el valor de la mujer en la sociedad, no podemos dejar de mencionar, la situación injusta y precaria a la que han sido sometidas muchas de ellas durante siglos en nuestro país, incluso en el seno de la familia y aún en la Iglesia. Es necesario resaltar y denunciar los atropellos constantes contra su dignidad, reflejada en miles de muertes; la situación de tantas madres solteras que luchan por sacar adelante a su familia, la explotación, la trata de menores y desaparición de un importante número de mujeres. Reconocemos el largo camino que nos falta por andar en materia de valoración plena del «genio femenino», es decir, de la vocación y de la misión de las mujeres en la sociedad y en la Iglesia. No podemos posponer una vez más su plena incorporación social, la vigencia de sus derechos y la acogida de su aporte propio y específico para la construcción de una sociedad más humana y una Iglesia más fiel a la novedad del anuncio cristiano". (PGP 53)
4. El grito de los adolescentes y jóvenes: ¡Auxilio! ¡Por favor crean en nosotros!
"El Papa Francisco en su venida a nuestro país nos recordó la gran riqueza que tenemos en nuestros jóvenes, México tiene un rostro joven, esto señala la vitalidad, la alegría, la esperanza, la fortaleza y la energía de un pueblo. Reconocemos que son muchos los desafíos que nos quedan por delante con ellos y las trampas que se tienden a su paso, impidiendo que esta gran riqueza se transforme en una verdadera esperanza. Condiciones que son necesarias para el desarrollo de los adolescentes y jóvenes, han ido quedando atrás y deben ser fortalecidas, tales como: el acompañamiento de nosotros sus pastores, familias integradas que impriman verdaderos valores en su corazón; una educación con calidad que, no sólo capacite para trabajos mejor remunerados, sino que puedan hacerlos crecer madurar como personas; trabajos dignos y suficientemente retribuidos que quiten la angustia del mañana; espacios de esparcimiento y creatividad que fortalezcan su espíritu juvenil.
Lamentamos profundamente la desaparición y muerte de miles de jóvenes en los últimos tiempos, los feminicidios, verdaderos ríos de sangre nueva que han corrido por nuestros pueblos y ciudades la situación de muchos de ellos envueltos en la violencia, el narcotráfico, la trata de personas, la falta de oportunidades, el desempleo, la migración y el descarte. Un país sin adolescentes y jóvenes sanos, humana y socialmente, es un país sin futuro". (PGP 51)
5. El grito de los migrantes: ¡Auxilio! ¡Queremos vivir!
"Una de las características propias del hombre, desde su origen, ha sido su movilidad. El deseo de conocer, viajar y descubrir cosas y lugares nuevos, lo ha llevado a un continuo desplazamiento. El avance de la técnica y la construcción de modernas maquinarias han facilitado el desplazamiento de muchas personas a lugares remotos y desconocidos. Por otro lado, también aquí, se encuentra uno de los dramas de nuestro tiempo y de este fenómeno globalizador: la migración forzada de millones de seres humanos que ha obligado a muchos hermanos a dejar su pueblo y su cultura, lo que deriva en pobreza, violencia, falta de oportunidades, rechazo racial, político y religioso, desintegración familiar, trata de personas, necesidad de refugio, constitución de nuevas familias, soledad, desarraigo y una vulnerabilidad jurídica ante su situación de inmigrantes indocumentados". (PGP 38)
6. El grito de la tierra: ¡Auxilio! ¡La Casita Sagrada ha sido profanada!
"Nos llena de alegría saber, que, en el proceso globalizador, existe una conciencia cada día más ecológica y un deseo sincero de cuidar el planeta, donde muchas instituciones, grupos humanos y personas realizan múltiples actividades para poner de manifiesto la importancia de esta realidad. Sin embargo, el sistema neoliberal, que privilegia lo económico por encima de las personas, está poniendo en riesgo también nuestra casa común. Hay elementos esenciales para nuestra vida como el agua, el aire, el campo y la biodiversidad, que se están viendo gravemente dañados por una peligrosa contaminación que afecta a millones de personas por desechos tóxicos y toneladas de basura que se producen cada día, afectando la naturaleza... hermana (que) clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. (LS 2)". (PGP 34)
7. El grito ante las pandemias: ¡Auxilio! ¡Estoy enfermo!
Damos gracias a Dios por las cosas hermosas que nos ha tocado vivir y también aceptamos con humildad y paz en el corazón las cosas que nos han hecho sufrir, como la contingencia sanitaria ocasionada por el COVID - 19. Sin embargo, esta delicada situación nos invita a discernir los signos de los tiempos e interpelarlos a la luz del Evangelio para dar cumplimiento a nuestra misión, que es la misma obra de Jesucristo, construir el Reino de Dios (Cfr. GS 4).
Leamos lo que nos dicen al respecto nuestros Obispos en el Proyecto Global de Pastoral:
"Con relación a los temas de salud, nos angustia identificar que estamos frente a un conjunto de enfermedades endémicas, resultado de una política de estado corrupta y un estilo de vida que no tiene a la persona en el centro y ha modificado nuestros hábitos alimenticios, de convivencia y el descuido de nuestro cuerpo, alejándonos de la ejercitación física y de la vida interior. Respecto a la seguridad social nos preocupa el abandono a muchas personas mayores que se encuentran desprotegidas y que el sistema colapse ante el aumento de ciertos padecimientos emergentes. Notamos, por otra parte, el incremento de otras adicciones, como el alcoholismo y la creciente demanda de narcóticos. También ha aumentado el cuadro de enfermedades de índole nerviosa y el espectro del suicidio por desgracia ha ido al alza en nuestras comunidades. Somos testigos de la implementación de políticas y prácticas de anticoncepción pro-abortivas en algunas regiones y centros de salud que atentan contra la libertad y dignidad de las personas". (PGP 63)
III. RITO.
PARA APRENDER A SONAR LA CAMPANA DE LA PAZ.
Preparación:
· Poner desde el principio de la reunión un Santo Cristo grande, la Virgen de Guadalupe y una campana pequeña en el suelo por cada participante o al menos una para todos.
Realización:
• Nos ponemos de pie frente a la imagen de Jesucristo crucificado y la Virgen de Guadalupe.
· Respondemos en silencio a lo que llamamos: Mi respuesta a los siete gritos.
Los siente gritos | Mi respuesta a los siete gritos |
1.-El grito de las víctimas de organizaciones criminales: ¡Auxilio! ¡Tenemos miedo! |
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2.- El grito de los pobres: ¡Tenemos hambre! |
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3.- El grito de las mujeres: ¡Auxilio! ¡Nos están usando! |
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4.-El grito de los adolescentes y jóvenes: ¡Auxilio! ¡Por favor crean en nosotros! |
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5.- El grito de los migrantes: ¡Auxilio| ¡Queremos vivir! |
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6.- El grito de la tierra: ¡Auxilio! ¡La Casita Sagrada ha sido profanada! |
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7.- El grito ante las pandemias: ¡Auxilio! ¡Estoy enfermo! |
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· Luego, en orden, se acercan a la imagen del Cristo, suenan la campana, dicen el grito que escogieron y comparten su respuesta al grito.
· Después de cada participación los demás responden: "Señor Jesús, tú eres nuestra paz".
· Finalmente: Todos rezamos la oración por la paz de la siguiente manera:
"ORACIÓN POR LA PAZ"
Señor Jesús, tú eres nuestra paz,
mira nuestra Patria dañada por la violencia
y dispersa por el miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan
que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión.
Protege a las familias,
a nuestros niños, adolescentes y jóvenes,
a nuestros pueblos y comunidades.
Que, como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que en ti, nuestro pueblo tenga vida digna.
Amén.
María, Reina de la paz, ruega por nosotros.
[1] Youtube.com/watch?v=6yK9baMC6as (14/04/2020)
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