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+ Mons. José Luis Canto Sosa. Por la gracia de Dios y de la Santa Sede.

VI Obispo de San Andrés Tuxtla, Veracruz


"El Santuario guarda la memoria del Pueblo fiel que en medio de las tribulaciones no se cansa de buscar la fuente de agua viva donde refrescar la esperanza".

(Papa Francisco, Santuario de Sumuleu-Ciuc, Rumanía, I de junio de 2019).


Estimados hermanos Sacerdotes, Diáconos, Seminaristas, Religiosas y querido pueblo de Dios que la paz y la gracia del Señor esté con ustedes.

Con motivo de la peregrinación diocesana a la Parroquia de San Andrés Apóstol y Santuario del Santo Cristo Negro de Otatitlán, promulgamos la continuidad de las peregrinaciones de manera que no perdamos de vista que somos un pueblo peregrino en camino de esperanza, porque buscamos el rostro del Señor. Anhelamos la comunión con Cristo buscando la conversión y, en comunión, buscamos la vida eterna por: «La intercesión de los santos, por el hecho de que los del Cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad [...], no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra [...] Su solicitud fraterna ayuda mucho a nuestra debilidad». (LG 49)

RAZONES TEOLÓGICAS


Según la doctrina de la Iglesia con el nombre de Santuario se designa a un templo al que, por motivo de particular piedad y con aprobación del Obispo de la Diócesis, acuden en peregrinación numerosos fieles (Canon 1230).

La importancia de Cristo en la fe es indudable. Él es el Verbo Encarnado y el Mediador entre Dios y los hombres. La revelación completa del plan divino de salvación se realiza en Él (cfr. DV, 2).


RESEÑA HISTÓRICA

La imagen del Cristo Negro fue hecha en Londres, Inglaterra, por órdenes de Felipe II rey de España, junto con otras dos. El comisionado para esto fue el duque O 'Donojú, quien pagó a Jhon Dornier por esculpir las tres imágenes. Hecho esto, en el año de 1596 fueron enviadas las tres esculturas en el buque Arla con destino a la Nueva España (México). Una imagen era para Chalma, otra para la provincia de Guatemala y, la tercera, para Petlalcingo, pueblo cercano a la sierra de Tuxtepec, donde se veneró por un tiempo. En 1597 la población de Petlalcingo cree que el Cristo Negro es el causante de una epidemia de viruela y, en una balsa de jonotes y cañas de otate, es puesto a la deriva en las aguas del Río Tonto y el Río Papaloapan, llegando a Otatitlán a fines de febrero del mismo año. El rescate de Cristo Negro, de las aguas del Río Papaloapan fue el 27 de febrero de 1597 y, su primera sombra en Otatitlán, fue un añoso y frondoso árbol de tamarindo (donde actualmente está la "Capilla del tamarindo").

En 1780 comenzaron las peregrinaciones al Santuario de Otatitlán compuestas por cofradías de los pueblos: Chinanteco, Mazateco, Zapoteco y Cuicateco, esto en el estado de Oaxaca, posteriormente vinieron las corporaciones de Oriente y las del Istmo de Tehuantepec, con sus dos versiones: la parte Ístmica de Veracruz y la parte de Oaxaca. También comenzaron las excavaciones para la cimentación del templo actual. En 1838, por disposiciones de Dn. Juan José Guerra y Larrea, gobernador de la Mitra del Obispado de Oaxaca, Diócesis a la que en ese entonces pertenecía Otatitlán, el Cristo fue trasladado a la iglesia de Chacaltianguis, donde se quedó hasta septiembre de 1840.

En 1839, cuando llegaron a Otatitlán los peregrinos de Oaxaca y Puebla que lo veneraban por los milagros y favores recibidos, encontraron el altar vacío; el padre les dijo que había sido trasladado a Chacaltianguis. Entonces los fieles provenientes de las Cumbres de Maltrata, Acultzingo e Ixhuatlancillo, seguidos por cientos de personas, se fueron caminando hasta la capital de Oaxaca, donde se entrevistaron con el Obispo José Epigmenio Villanueva y Gómez de Eguiarreta, para rogarle que regresara el Cristo Negro a su Santuario en Otatitlán. Por eso se acordó la celebración del paseo del Cristo como remembranza de las dos llegadas del Cristo 1597 y 1840.

El 8 de septiembre de 1932, siendo Adalberto Tejeda Olivares, gobernador del estado de Veracruz, fiel adepto a la persecución de la Iglesia Católica que azotó al país, mandó a Castelán, presidente municipal de Otatitlán, y a unos compañeros suyos, a que por la fuerza y el poder se llevaran al Cristo Negro a la ranchería de San Antonio, al norte de Otatitlán, para quemarlo, pero milagrosamente no se quemó. Cuando el fuego se extinguió, Castelán y sus compañeros encontraron entre las cenizas intacto al Cristo Negro. Sin embargo, como tenían que comprobar que habían cumplido la orden de Tejeda, le cortaron la cabeza para llevarla como prueba. La cabeza estuvo perdida alrededor de 20 años y apareció en 1951, cuando a través de un envío anónimo llegó a su Santuario de Otatitlán en un tenate grande, que recibió el padre Jesús Martínez.

En 1951, luego de que el Cristo fuera rescatado por los fieles, fue colocado nuevamente en el Altar Mayor, pero cubierto debido a que le faltaba la cabeza, hasta que un escultor le creó otra, que es la que tiene actualmente, pues la original yace en la margen derecha del Altar Mayor, donde es venerada.

Hoy el Santo Cristo del Santuario de Otatitlán, cuenta con una réplica total elaborada en 2011, con esta imagen se realizan las peregrinaciones religiosas, y la original ya no se mueve del Altar Mayor para su conservación y la veneración de los peregrinos.

Como hemos visto la historia del venerado Santo Cristo Negro de Otatitlán, siempre ha estado llena de acontecimientos, lo que hace que por más de 425 años los peregrinos de distintos estados de la República Mexicana acuden a visitarlo para agradecerle los beneficios recibidos y exponerle sus necesidades y peticiones, demostrando con ella una gran devoción.


Por tanto:

Dadas las particulares virtudes, atributos y la centralidad e insustituible misión redentora de Jesucristo, y por tan consabidas razones históricas, populares y religiosas:

DECRETAMOS

  1. Que los sacerdotes encargados de la Parroquia de San Andrés Apóstol y Santuario Diocesano del Santo Cristo Negro de Otatitlán mantengan y den realce a la piedad popular. Conserven y cuiden las obras de arte y religioso del templo, tengan confesionarios disponibles a los penitentes y realicen continuamente los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cfr. CIC 1234 1 y 2).

  2. Que año con año se realice el 14 de septiembre la Peregrinación Anual Diocesana.

  3. La Parroquia de San Andrés Apóstol y Santuario Diocesano del Santo Cristo Negro de Otatitlán debe tener un papel destacado en la Pastoral Diocesana de la Peregrinación, en la Piedad popular, donde estén incluidas las Parroquias, así como las Asociaciones, los Movimientos y Grupos Eclesiales. Ya que estas estructuras son protagonistas y puntos de partida invitamos y exhortamos a las Foranías y Parroquias a programarse para que durante el año visiten este Santuario.

  4. Además, es importante considerar la preparación oportuna, mediante la catequesis y acompañamiento, a los Agentes de Pastoral que les ayude a comprender nuevas perspectivas en la práctica de la Peregrinación en la vida de la Iglesia.


San Andrés Tuxtla, Veracruz, a 14 de septiembre de 2023.

+ Mons. José Luis Canto Sosa

VI Obispo de San Andrés Tuxtla, Veracruz


Pbro. José Juan Montán Isidoro

Secretario Canciller

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