contador de visitas
top of page

DUELO, DEPRESION Y ORACION. CATEQUESIS DE PASCUA PARA VIVIR EN FAMILIA. VI DOM. PASCUA. CICLO C. 25 DE MAYO 2025

Actualizado: 20 may

CATEQUESIS DE PASCUA PARA VIVIR EN FAMILIA. VI DOM. PASCUA

CICLO C

25 DE MAYO 2025

 


OBJETIVO:

Orientar, consolar y apoyar a quienes hayan perdido un ser querido, para acompañar el duelo a la luz de la Palabra de Dios.

 

1.       ORACIÓN

 

Oh Espíritu Santo, Consolador divino, 

te invoco en este momento de necesidad. 

Llena mi corazón con tu paz de amor y serena esa paz que sobrepasa todo entendimiento. 

 

Sana las heridas de mi espíritu, 

las angustias que me oprimen 

y las sombras que nublan mi alma.

 

Derrama sobre mí tu bálsamo sanador, 

que calme las tormentas de mi alma 

y me permita experimentar la serenidad de tu presencia. 

 

Que tu amor me envuelva, me fortalezca y me guíe hacia la luz de tu gracia.  

Confío en tu poder sanador y te pido, 

Espíritu Santo, la paz de corazón que solo tú puedes dar.  

 

Te lo pido por Intercesión de San Andrés Apóstol, de Nuestra señora del Carmen, y del Santo Cristo de Otatitlán. Amén.

 

2.       HECHO DE VIDA.

Se recomienda que el lector haga una lectura pausada, de tal manera que el resto de la familia se disponga a escuchar, con atención, la siguiente historia:

- ¿Por qué tuviste que llevarte a mi mamá? ¿Por qué no me llevaste a mí?-.

El aroma a café recién hecho apenas lograba disipar la opresión que sentía Juan en el pecho. La taza humeante temblaba en sus manos, igual que sus recuerdos. Desde pequeño, la ausencia de su padre había dejado una marca imborrable en su vida. Su madre, una mujer de fortaleza inquebrantable, había asumido la responsabilidad de él y sus dos hermanos menores, con una dedicación que rozaba lo sobrehumano. Juan, el mayor, se convirtió en el pilar de la familia, un hombrecito cargado con el peso del mundo sobre sus hombros. Trabajó desde que tenía uso de razón, soportando el hambre, las jornadas extenuantes y la soledad que solo un niño abandonado puede comprender.

 

Los años se sucedieron, una cadena incesante de sacrificios y privaciones. Pero la luz de su madre, su sonrisa cálida y su abrazo reconfortante, eran el faro que guiaba sus pasos. Hasta que la enfermedad se apoderó de ella, lenta e implacablemente, robándole la fuerza y la alegría. El mundo de Juan se desplomó cuando su madre falleció. El dolor era un abismo profundo, oscuro e insondable, que amenazaba con engullirlo por completo. Cayó en una depresión que lo sumió en la desesperación, una oscuridad tan profunda que le hacía dudar de la posibilidad de un futuro.

 

La muerte de su madre fue un golpe devastador, un vacío inmenso que parecía imposible de llenar. Las noches eran interminables, llenas de lamentos silenciosos y lágrimas que surcaban su rostro. Pero en el fondo de su alma, una chispa de esperanza aún permanecía encendida. La fe de su madre, las visitas al santísimo, cuando acompañaba a su mamá, era un recuerdo que lo sostenía. Sus hermanos, sus pequeños hermanos, dependían de él. No podía permitirse el lujo de sucumbir a la tristeza. Tenía que ser fuerte, tenía que luchar.

 

En su búsqueda desesperada de consuelo, encontró refugio en Dios. En la oración, en las visitas al santísimo, ahora él solo; en la fe, encontró la fuerza que le faltaba, la energía para levantarse cada mañana y seguir adelante. La fe se convirtió en su escudo contra la desesperación, en el bálsamo que aliviaba sus heridas. Fue Dios, en su infinita misericordia, quien le dio la fuerza para superar la tragedia y construir un futuro para él y sus hermanos, un futuro lleno de esperanza, a pesar de las sombras del pasado. La memoria de su madre, aunque dolorosa, se convirtió en una fuente de inspiración, un recordatorio constante de la fuerza del amor y la perseverancia.

 

3.       PARA REFLEXIONAR

El que dirige esta catequesis, con palabras propias, dispone a la familia o al grupo para compartir las siguientes preguntas para reflexionar:

1. ¿Cómo demostró Juan fortaleza y resiliencia ante las adversidades? (Reflexiona sobre la importancia de la perseverancia y la búsqueda de apoyo en momentos difíciles. ¿Qué fortalezas propias podemos identificar y cultivar?)

2. ¿Qué papel jugó la fe en la superación de la depresión de Juan? (Analiza la importancia de la espiritualidad y la búsqueda de sentido en la vida para superar la adversidad. ¿Qué fuentes de apoyo espiritual o emocional tenemos disponibles?)

3. ¿Cómo podemos aprender de la dedicación de la madre de Juan hacia sus hijos? (Reflexiona sobre la importancia del amor incondicional y el sacrificio familiar. ¿Cómo podemos fortalecer los lazos familiares y brindar apoyo mutuo?)

4. ¿De qué manera la responsabilidad hacia sus hermanos ayudó a Juan a salir de su depresión? (Explora la importancia de tener un propósito y un sentido de responsabilidad para superar la adversidad. ¿Qué responsabilidades tenemos que nos pueden ayudar a enfocarnos?)

5. ¿Qué estrategias podemos implementar en familia para prevenir y superar la depresión? (Discute la importancia de la comunicación abierta, la búsqueda de Dios en la familia y de ayuda profesional y el apoyo mutuo para afrontar la depresión. ¿Qué recursos en tu parroquia existen para ayudar o qué profesionales existen para obtener ayuda?)

 

4.       EVANGELIO

Iluminemos esta realidad con la palabra de Dios, se designa a un lector para proclamar, con solemnidad, el Evangelio de San Juan:

El Espíritu Santo les recordará todo cuanto les he dicho.

Del santo Evangelio según san Juan: 14, 23-29

 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada.

El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho.

La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: 'Me voy, pero volveré a su lado'. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

5.       REFLEXIÓN.

Cada miembro de la familia puede leer algún párrafo previamente designado

Este pasaje del Evangelio de Juan (14, 23-29) es una despedida conmovedora de Jesús a sus discípulos, llena de promesas de consuelo y guía para el futuro, incluso después de su partida física.  Aquí hay un desglose del pasaje:

 

A.      El Amor como Cumplimiento:

†       "El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada."  Jesús establece una conexión directa entre el amor a Él y la obediencia a su enseñanza.  Este amor no es solo un sentimiento, sino una acción que se manifiesta en el seguimiento de sus palabras. La promesa de que el Padre también amará a quienes aman a Jesús, y que la Trinidad ("vendremos a él y haremos en él nuestra morada") habitará en ellos, es una promesa de profunda intimidad con Dios.

 

B.      El Espíritu Santo como Guía:

†       "pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho."  Esta es la promesa central del pasaje.  Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo, el "Paráclito" (el Abogado, el Consolador), como un guía y maestro que continuará la obra de Jesús incluso después de su ascensión.  El Espíritu no solo enseñará cosas nuevas, sino que también recordará a los discípulos todo lo que Jesús les había enseñado, asegurando que su mensaje se preserve y se comprenda correctamente.

 

C.     Paz en medio de la despedida: 

†       "La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden."  Jesús ofrece una paz que trasciende la paz efímera del mundo.  Es una paz profunda y duradera, que surge de la relación con Él y que les permitirá superar la tristeza y el miedo ante su partida.

 

D.     La Alegría en la Partida: 

†       "Me han oído decir: 'Me voy, pero volveré a su lado'. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo."  Jesús prepara a sus discípulos para su partida, afirmando que su regreso es una realidad futura.  Les invita a ver su partida al Padre no como una pérdida, sino como un paso necesario para una gloria aún mayor.  La afirmación de que "el Padre es más que yo" subraya la grandeza de Dios y la importancia de la misión de Jesús.

 

E.       La Fe como Fruto: 

†       "Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean."  Jesús anticipa sus palabras para que, cuando los eventos se desarrollen, la fe de sus discípulos no se tambalee.  Es una promesa de confirmación y fortalecimiento de la fe a través de la experiencia de la venida del Espíritu Santo.

 

Este pasaje es una declaración de esperanza y consuelo para los discípulos, prometiendo la continua presencia de Dios a través del Espíritu Santo, incluso en ausencia física de Jesús.  Es un llamado a la fe, al amor y a la confianza en la promesa de Dios.

 

6.       PARA VIVIR EN FAMILIA.

Aquí hay tres propuestas prácticas y pedagógicas para vivir el Evangelio de Juan 14, 23-29 en familia, enfocándose en el tema de la depresión:

(Se recomienda emplear una de las tres propuestas siguientes)

Propuesta 1: “La Palabra que Sana” (Enfoque en la promesa del Espíritu Santo)

 

- Actividad:  Se lee el Evangelio en familia, prestando especial atención a la promesa del Espíritu Santo como consolador y maestro.  Luego, se realiza una lluvia de ideas sobre cómo el Espíritu Santo puede manifestarse en la vida de alguien que sufre de depresión.  Se pueden usar ejemplos concretos:  la fuerza para levantarse, la inspiración para buscar ayuda, la paz interior, etc.

- Pedagogía:  Se utiliza la analogía del Espíritu Santo como un “amigo invisible” que siempre está presente, ofreciendo consuelo y guía.  Se enfatiza la importancia de la oración y la búsqueda de apoyo espiritual como herramientas para combatir la depresión.  Se puede crear un “diario del Espíritu Santo” donde cada miembro de la familia registre momentos en que sintió la presencia consoladora del Espíritu.

- Aplicación a la Depresión:  Se conversa sobre cómo la oración, la meditación y la conexión espiritual con Dios, pueden ayudar a encontrar esperanza y fortaleza en momentos de dificultad emocional.  Se anima a buscar ayuda profesional si es necesario, presentándolo como una forma de colaborar con la acción del Espíritu Santo en la vida.

 

Propuesta 2: “El Amor que Cura” (Enfoque en el amor como cumplimiento de la palabra)

 

- Actividad: Se divide la familia en grupos pequeños y cada grupo reflexiona sobre una frase del Evangelio relacionada con el amor, por ejemplo: (“El que me ama, cumplirá mi palabra…”).  Cada grupo comparte sus reflexiones y se discute cómo el amor incondicional puede ayudar a alguien con depresión.

- Pedagogía: Se utiliza la metáfora del “tejido familiar” donde cada miembro es un hilo importante.  Se enfatiza la importancia de la comunicación abierta, el apoyo mutuo y la demostración de afecto como formas de fortalecer el tejido y ayudar a quien está sufriendo.  Se pueden realizar actividades que fomenten la unión familiar, como juegos de mesa, salidas al aire libre, etc.

- Aplicación a la Depresión: Se conversa sobre cómo la familia puede brindar un ambiente de apoyo y comprensión a quien padece depresión.  Se destaca la importancia de la paciencia, la escucha activa y la de evitar cualquier juicio.  Se enfatiza que el amor no implica resolver el problema por la persona, sino acompañarla en su proceso de recuperación.

 

Propuesta 3:  “La Paz que Tranquiliza” (Enfoque en la paz que ofrece Jesús)

 

- Actividad:  Se realiza una meditación guiada en familia, enfocándose en la paz que Jesús ofrece.  Se pueden utilizar técnicas de respiración profunda y visualización para promover la relajación.  Después de la meditación, se comparte cómo cada miembro de la familia experimenta la paz en su vida diaria.

- Pedagogía: Se utiliza la analogía de la paz como un “oasis” en medio del desierto de la depresión.  Se enseña a identificar las fuentes de estrés y ansiedad en la vida diaria y a desarrollar estrategias para manejarlas, como la práctica de mindfulness, (Mindfulness, o atención plena, es una práctica de meditación que consiste en prestar atención consciente al momento presente, sin juzgar y con interés, curiosidad y aceptación. Es una habilidad para estar presente, observando los pensamientos y sentimientos sin dejarse llevar por ellos) la gestión del tiempo y la búsqueda de actividades relajantes.

- Aplicación a la Depresión:  Se conversa sobre la importancia del amor propio, el cuidado personal y la búsqueda de actividades que promuevan el bienestar emocional.  Se anima a identificar las propias fortalezas y recursos para afrontar la depresión.  Se puede crear un “plan de paz familiar” con actividades que promuevan la calma y la tranquilidad en el hogar.

 

En todas las propuestas, es fundamental recordar que la depresión es una enfermedad seria que requiere atención profesional.  Estas actividades familiares buscan complementar el tratamiento médico y psicológico, creando un ambiente de apoyo y comprensión que favorezca la recuperación.

 

7.       ORACION DE SANACION

Se recomienda disponer de una música, de preferencia instrumental que ayude a entrar en oración y en meditación

 

Espíritu Santo, Consolador divino, fuente inagotable de amor y paz, nos postramos ante Ti en este momento de necesidad, con corazones humildes y anhelantes de tu consuelo.  Sentimos la carga de la angustia, la opresión de la tristeza y las sombras de la desesperanza que nublan nuestra visión y entorpecen nuestro camino.  Te pedimos, oh Espíritu Santo, que tu luz penetre en las profundidades de nuestro ser, disipando las tinieblas que nos agobian.  Sana las heridas de nuestro espíritu, aquellas cicatrices que el dolor ha dejado en nuestro corazón, y límpialas con el bálsamo sanador de tu infinita misericordia.

 

Derrama sobre nosotros tu paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento, esa paz que el mundo no puede dar ni arrebatar.  Que tu serenidad inunde nuestras almas, calmando las tormentas interiores que nos agitan, acallando las voces de la duda y el miedo.  Concédenos la fortaleza para afrontar las dificultades, la paciencia para esperar y la esperanza para perseverar.  Que tu presencia consoladora nos acompañe en cada paso, guiándonos hacia la luz de tu gracia, llenando nuestro ser de tu amor incondicional.

 

Te pedimos, Espíritu Santo, que nos concedas la paz de corazón que anhelamos, esa paz que nos permita vivir en armonía con nosotros mismos, con nuestros seres queridos y con el mundo que nos rodea.  Que esta paz se convierta en un faro que ilumine nuestro camino, guiándonos hacia la plenitud de la vida que Tú nos has prometido.  Confiamos plenamente en tu poder sanador y en tu infinita bondad.  Amén.


Terminar la oración con el siguiente canto:



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Siguenos en redes sociales

  • Youtube
  • Facebook
Gracias por tu mensaje
bottom of page

contador de visitas