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Cómo me gustaría decirte que, si el grano... DESAYUNO DOMINICALDOMINGO 21 MARZO.

teomormez

DESAYUNO DOMINICAL

DOMINGO 21 MARZO.

Morado

V Domingo de Cuaresma

Cómo me gustaría decirte que, si el grano...

MR, p. 228 (247) / Lecc. I, p. 189


A. ¡EN MI PUEBLO DICEN…!


-Ese Silverio nos carga la mano, nos pone los trabajos más pesados, de la parroquia. -¿Cuál Silverio? -Pues el padre…, el padre Silverio… -¿Cómo? ¿Pero es que no es el Padre Silverio para ti? –No, mi catequista me ha enseñado que todos somos iguales, no hay problema que le digamos tal cual, por su nombre. ¿Para qué decirle “Padre”, si la Biblia dice que no debemos decirle a nadie Padre?, todos somos iguales, no lo olvides-.

Grande fue mi sorpresa. No entendía cómo ese hermano pensaba así. Rayaba en la mentalidad protestante, pero no, no es protestante, es católico, de esos católicos de hueso colorado.

Cuánta razón tiene Ap 13,11. Por eso pensé “Con razón no reza, ni adora a Jesús en la celebración de la Misa. ¿Qué pensarían estos griegos de este hermano? Estos griegos del evangelio de hoy que llaman a Felipe “Señor”. No me imagino a estos griegos diciéndole al apóstol Felipe… “-Ey tu, Felipe-“. En fin. Bueno, pero no, no s estas esto lo que quiero hablar en este domingo con ustedes en este espacio. Lo que dicen en mi pueblo es otra cosa.



Hoy quiero hablarles de Katy, acabo de hablar con ella. Es madre, hija y esposa. Madre de un bebé. Lo digo con todas sus letras: Tiene un gran corazón. La conocí muy joven, era parte del grupo de jóvenes hace ya algunos años. No la juzgo, tiene razón en estar con sentimientos encontrados con Dios. En este tiempo de Pandemia, ha convivido con su cuñada, con su suegra, con su esposo, etc. Le ha tocado compartir momentos felices y tristes con cada uno de ellos.

Hace unas semanas atrás, su suegra comenzó con algunos malestares, tuvo que recurrir al médico. El médico le diagnosticó COVID-19 y efectivamente, tuvo todos los síntomas. Luchó por salir adelante, pero al final perdió la batalla, hace pocas semanas fue llamada a la casa del Padre. Su cuñada estuvo expuesta, ella misma, estuvo expuesta. Su cuñado acaba de dejar este mundo y en este momento ella está diagnosticada con Covid-19. Solo quiero pedirte una favor. Ora por ella. Lo necesita.

B. EN LA BIBLIA DICE…

EVANGELIO

Si el grano de trigo sembrado en la tierra muere, producirá mucho fruto.

Del santo Evangelio según san Juan: 12, 20-33

Entre los que habían llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, había algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le pidieron: "Señor, quisiéramos ver a Jesús". Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.

Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: 'Padre, líbrame de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificado". De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz, unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel. Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría de morir. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Jesús.




C. YO NO DIGO, YO HAGO…

-¿Por qué se tuvo que llevar a mi suegra, por qué se tuvo que llevar a mi cuñada? –Padre, tanto que le pedí. –Padre, Dios no me escuchó…

No sé qué le dirías a ella, pero a mí me dan ganas de decirle que…

Sí el grano de trigo ni muere, no tiene vida eterna, que Dios no se ha olvidado de ella, que ella, sigue la niña mimada de Dios. Que a pesar de que no comprenda por qué Dios se tuvo que llevarse a su suegra y a su cuñada, él sigue estando con ella. Qué ganas tengo de que comprenda que si el grano de trigo no muere, no da fruto, y la ausencia de su suegra y de su cuñada tiene que dar frutos de vida. Oremos por ella. Ora por ella. Pidamos por su salud espiritual y física. Amén, amén.

C. YO CELEBRO…

Oración por los enfermos de COVID-19…

Jesús, durante tu ministerio en la Tierra, mostraste tu poder y cuidado al sanar a personas de todas las edades y estaciones de la vida de dolencias físicas, mentales y espirituales. Está presente ahora con las personas que necesitan tu toque de amor debido al COVID-19. Que puedan sentir tu poder de curación a través del cuidado de médicos y enfermeras. Sana a Katy.

Elimina el miedo, la ansiedad y los sentimientos de aislamiento de las personas que reciben tratamiento o están en cuarentena. Dales un sentido de propósito en la búsqueda de la salud y la protección de los demás de la exposición a la enfermedad. Protege a sus familias y amigos, y bríndale paz a todos los que los aman.

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.”

—Filipenses 4: 6 (NVI)


Oremos por protección para las personas con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Querido Señor, elevamos a ti nuestra preocupación por las personas que tienen más probabilidades que otras de enfermarse gravemente por COVID-19: los ancianos y las personas con afecciones crónicas de salud. Protégelos del daño y consuélalos en este momento de incertidumbre y, para muchos, aislamiento preventivo de sus seres queridos.

“Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”

—1 Pedro 5: 7 (NVI)

Oremos por profesionales médicos, cuidadores e investigadores.

Dios, a medida que más personas se enferman, los trabajadores de la salud y los socorristas trabajan más horas con menos suministros y con más riesgo de contraer el nuevo coronavirus. Renueva su energía y sostenla en turnos largos. Trae tu protección sobre ellos mientras trabajan con los pacientes. Multiplica sus suministros para que tengan los elementos de protección necesarios para mantenerse a salvo en el trabajo.

Inspira y fortalece a los médicos de investigación que desarrollan mejores pruebas para diagnosticar el virus, crear vacunas para prevenirlo e identificar protocolos para eliminar la propagación de la enfermedad.

“Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.”

—Salmo 23: 4 (NVI)

Oremos por los líderes responsables de tomar decisiones sobre el nuevo coronavirus.

Padre, buscamos tu sabiduría a diario. Estar con las personas que toman decisiones que afectan la vida y el futuro de nuestras familias, comunidades, países y el mundo en general. Oramos para que se comuniquen de manera clara, veraz y tranquila, entre ellos y con el público, y que sus mensajes sean recibidos y atendidos. Que la verdad y la empatía sean los pilares de las personas que establecen políticas para nuestra protección.

“Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos. Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros…”

—2 Corintios 1: 10-11 (NVI)

Oremos por las familias que se adaptan a las nuevas formas de vida.

Espíritu Santo, a medida que las familias se adaptan a que todos estén en casa, a medida que cierran las empresas y las escuelas, te pedimos que guíes a las personas en sus nuevas realidades. Dale gracia a los cónyuges. Indica a los padres desgastados que hablen palabras de bondad y aliento a sus hijos. Ayuda a los niños a encontrar formas creativas de experimentar la belleza de todo lo que han creado y continuar aprendiendo.

“Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.”

—Salmo 57: 1 (NVI)

Oremos por los dueños de negocios y las familias que enfrentan estrés financiero.

Jesús, te agradecemos por tu fidelidad en la forma en que has guiado y equipado a las personas en sus trabajos y has provisto en el pasado. Puede ser aterrador y abrumador no saber cómo se pagarán las facturas y las obligaciones o no poder mantener a las familias. A medida que las personas sientan tensión financiera durante la incertidumbre, llévales consuelo y paz, recordándoles que estás allí para ellos. Provee para ellos en sus momentos de necesidad.

“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.”

—Juan 14:27 (NVI)

Oremos por los trabajadores de las tiendas de comestibles y los conductores de entrega.

Señor, estamos muy agradecidos por todas las personas que continúan trabajando cada día para que las personas puedan comer. Te pedimos que los bendigas y los protejas mientras sirven. Dales gracia para manejar a los clientes descontentos durante la escasez de suministros. Mantén sus cuerpos saludables mientras descargan y almacenan cajas de suministros. Mantén sus automóviles y camiones funcionando sin problemas mientras entregan los suministros necesarios y la comida que la gente ha pedido en línea. Y por favor protégelos a todos de contraer el nuevo coronavirus.

“El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”

—Lamentaciones 3: 22-23 (NVI)


 
 
 

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