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Carta circular del Señor Obispo Dn. Fidencio López Plaza



Circular No. 09/20

Asunto: Sede vacante: Tiempo para

agradecer, vivir y esperar.

Hermanos Sacerdotes, Diáconos transitorios y permanentes, Vida Consagrada,

Seminaristas, Consejos Parroquiales de Pastoral, Comunidades, Grupos,

Movimientos, Asociaciones Apostólicas, hermanas y hermanos Fieles Laicos,

Reciban un saludo fraterno.

Agradezco de todo corazón su oración en tiempos de traslado, y pongo en las manos

de Dios su solidaridad y su servicio en esta querida Diócesis de San Andrés Tuxtla

ahora en situación de sede vacante. Considero que estamos frente a una gran

oportunidad para seguir creciendo y madurando como familia sacerdotal y como

familia diocesana en comunión misionera. Como decía Jesús a Tomás ocho días

después de la resurrección: "Felices los que creen sin haber visto" (Jn 20, 29). En este

contexto les exhorto a agradecer, a vivir y a esperar.

Primero: A agradecer a Dios 61 años de historia.

Gracias a Dios, hemos heredado una gran riqueza espiritual, pastoral y material, de

los Sres. Obispos, los Presbíteros, Diáconos, Vida Consagrada, y miles de Laicos a lo

largo del camino de 61 años. Somos un pueblo adquirido, "Un pueblo consentido",

"El pueblo que Dios hizo suyo para proclamar las maravillas del Señor" (Cfr. 1 P 2,9-

10).

Segundo: A vivir con intensidad el tiempo presente.

El tiempo de sede vacante es una gran oportunidad para contemplar, escuchar y

responder al Señor de la historia que nos habla de muchas maneras y ahora, además,

desde la peculiaridad de Diócesis en situación de Sede vacante. Como ustedes ya lo

saben, el mismo día de mi toma de posesión como Obispo ordinario de la diócesis de

Querétaro, el Papa Francisco me ha pedido seguir acompañando a esta Diócesis como

"Administrador Apostólico".

Sobre este nombramiento, el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos, "Apostolorum Successores", afirma: "La Santa Sede puede proveer al gobierno de la diócesis (Cfr. CIC 419) nombrando un Administrador Apostólico. Aunque sean concedidas todas las facultades del Obispo diocesano, el régimen de la diócesis es el correspondiente a la sede vacante, por lo tanto, cesan los oficios del Vicario General y de los Vicarios episcopales, así como las funciones del Colegio presbiteral y pastoral. El Administrador Apostólico puede, sin embargo, confirmar, en forma delegada, al Vicario General y los Vicarios episcopales, hasta la toma de posesión de la diócesis por parte del nuevo Obispo, pero no puede prorrogar las tareas de los Consejos, en cuanto sus funciones las cumple el Colegio de consultores" (AS 244). En este sentido, les comunico: 1. Que todos quedan confirmados en el servicio que se les ha confiado. 2. Que el Vicario General será el referente para convocar, presidir y acompañar a la diócesis como representante del Obispo. 3. Que yo, teniendo en cuenta la distancia y las limitaciones propias de la nueva responsabilidad que se me ha encomendado, estaré al pendiente de la marcha de la diócesis y programaré tiempos especiales para estar física o virtualmente con la Diócesis. Tercero: A esperar con actitud teologal al nuevo Pastor. Esperar con actitud teologal significa entre otras cosas, ejercitar de manera intensiva la fe, la esperanza y la caridad, como base y fundamento de la vida de los discípulos misioneros de Jesucristo el buen Pastor. Por eso les exhorto entre otras cosas: 1. A continuar con entusiasmo la elaboración del Plan Diocesano de Pastoral en su sexta etapa 2. A A establecer los círculos biblicos en todas las parroquias. 3. A formar los equipos litúrgicos. 4. A promover y apoyar el Equipo Parroquial de Comu